Reflexiones breves para pensar, sentir y comunicar

 

Algunas personas creen que la culpabilidad tiene la función de ayudarnos a aprender de nuestros errores. Esto es porque confunden pesar con culpabilidad.

Cuando hacemos algo que no está en armonía con nuestros valores o cuando nuestras acciones provocan dolor en otras personas, dentro de nosotros se pone en marcha un mecanismo natural de pesar.

Sentimos tristeza y pesar por el impacto de nuestra acción en otros o en nuestra propia persona. Es un proceso que nos lleva a lamentar haber hecho lo que hicimos.

La palabra sorrow en inglés significa tristeza o pesar. I’m sorry, que se suele traducir como perdón o lo siento, significa realmente que estoy experimentando tristeza o pesar por algo que he hecho o por algo que ha pasado que lleva a otra persona a sentir algún tipo de dolor o daño.

El proceso del pesar nos permite aprender de nuestros errores reconociendo el daño provocado para poder repararlo y de esta manera cuidar nuestra relación con las demás personas.

Este proceso natural de aprendizaje se distorsiona y nos lleva a la culpabilidad cuando interviene el juicio moralista de la dualidad bien/mal, correcto/incorrecto, bueno/malo, etc.

Donde hay culpabilidad no hay aprendizaje real. Hay sometimiento, pero no aprendizaje porque la culpabilidad es una emoción que bloquea el sistema nervioso, a diferencia de la tristeza y el pesar sanos, que abren el sistema nervioso y permiten el fluir natural de la energía en nuestro cuerpo y mente.

Cuando la energía dentro de nuestro sistema nevioso se bloquea no hay sensibilidad ni claridad. Por eso, la culpabilidad no lleva realmente a una toma de consciencia sino a un control mediante la represión.

Cuando la energía fluye libremente por nuestro sistema nervioso hay niveles de atención y sensibilidad más altos. Esto es lo que permite ver el impacto de nuestras acciones con más claridad y sensibilidad, y también es lo que pone en marcha el movimiento natural hacia el aprendizaje a la vez que despierta la creatividad para crear acciones de reparación de la relación.

La culpabilidad es una de las 7 emociones que identifico como causantes de lo que llamamos sufrimiento: culpabilidad, vergüenza, ansiedad, depresión, indefensión aprendida, ira y desesperanza.

Vivimos en una cultura que fomenta y potencia el código moral dualista del bien y el mal, y nos aferramos a él porque pensamos que es efectivo. Y lo es si creemos que para evitar daño necesitamos el control y la represión.

Pero si nos damos cuenta de que hay mecanismos de transformación más efectivos que nos permiten un aprendizaje real más amable del cual surge la sabiduría en vez de la represión, entonces la culpabilidad no tiene razón de ser.

 

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