Reflexiones breves para pensar, sentir y comunicar

Foto de Lina Trochez en Unsplash

 

Si detectas un incendio en tu casa no te paras a criticarlo, insultarlo o juzgarlo. Evalúas la situación y tomas decisiones para actuar de la manera más efectiva posible para sofocarlo, o para ponerte a salvo.

¿Por qué no hacemos lo mismo cuando algo va mal en nuestras relaciones?

El otro día, un amigo me hablo de una situación que estaba viviendo con su pareja. Me habló de lo egoísta que estaba siendo y de la poca sensibilidad que ella mostraba hacia sus sentimientos.

Como buen terapeuta Gestalt le pregunté, “¿Y a ti qué te pasa con eso?” Me volvió a contestar con más críticas y juicios dirigidos a su pareja: “No se da cuenta del daño que me hace. Solo piensa en ella misma. Es injusta.”

Estamos acostumbrados a criticar y juzgar a otras personas cuando hacen cosas que nos resultan dolorosas o molestas.

Pero no estamos acostumbrados a preguntarnos qué nos pasa y qué podemos hacer para cuidarnos a la vez que cuidamos de la relación.

Y muchas veces, aun cuando nos lo preguntamos, no es fácil contestarlo, como en el caso de mi amigo.

Cuando estamos reactivos, dentro de nosotros hay un caos emocional que evita que tengamos claridad sobre lo que nos pasa y cómo podemos afrontarlo de la manera más efectiva y cuidadosa para todos.

De esa reactividad surge lo que llamo acciones caóticas y erráticas que no ayudan a mejorar la situación: gritos, castigos, violencia física y/o verbal, o todo tipo de comportamientos que luego lamentamos.

La Comunicación NoViolenta nos da un mapa que nos permite leernos para tener claridad y salir del caos emocional en el que nos encontramos.

Solo desde la claridad podemos responder de manera creativa, efectiva y cuidadosa a los comportamientos de otros que provocan molestia, enfado, tristeza o frustración.

Recuerda: La calidad de tu vida depende de la calidad de tus relaciones. La calidad de tus relaciones depende de la calidad de tu comunicación.