Reflexiones breves para pensar, sentir y comunicar

 La riqueza de una vida gris

No, no me refiero a una vida aburrida y monótona, que es lo que nos viene a la cabeza cuando pensamos en una vida gris.

Me refiero a una vida donde no todo es blanco o negro, todo o nada, bien o mal, etc.; es decir, una vida polarizada.

Como dice Ken Wilber, no existe mente humana que esté equivocada el 100% de las veces. Ni tampoco existe mente humana que tenga razón el 100% de las veces (esto último es mío).

Esto también se aplica a situaciones y relaciones, y es útil recordarlo. Por ejemplo, hace uno par de días fui a Madrid ciudad en coche. Había tráfico y hacía calor. Estaba yo “gruñón” entre otras cosas porque no había dormido suficiente la noche anterior. Me decía a mí mismo, “Puf, no me gusta nada venir a Madrid. Estoy incómodo. No hay el silencio y la paz que me gustan ni estoy rodeado por naturaleza como en mi casa.”

Me acordé de la frase de Ken Wilber y me dije. “Seguro que no estoy 100% incómodo con esta situación. ¿Con qué aspecto de esta situación sí estoy cómodo?”

Vi a mi alrededor y había algunos árboles en la calle. No era el tipo de naturaleza al que estoy habituado a estar, pero el ver que estaban me sacó un poco de mi mal humor y me permitió sonreír y soltar un suspiro de esos que espontáneamente nos salen cuando experimentamos alivio o relajación.

Esto también me suele pasar con algunas relaciones cuando me digo que no me encuentro cómodo con tal o cual persona. Siempre hay algo en todos que me gusta o que valoro.

Todo esto no significa negar mi experiencia. Simplemente significa ampliar la mirada y ver que hay grises, que una vida “gris” es más rica que una vida negra… o blanca, y que, realmente, una vida “gris” está llena de colores y matices.

Así que la próxima ves que te pilles pensando, “Uf, no estoy cómodo o cómoda con esta situación o con esta persona, pregúntate, ¿Qué aspecto de está situación o de esta persona sí me gusta? Seguro que no te va a cambiar la vida, pero tal vez sí te permita esbozar una sonrisa… o un suspiro de alivio.

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