Reflexiones breves para pensar, sentir y comunicar
Me amo, te amo
Se dice que Jesús de Nazareth dijo, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Yo no sé si lo dijo o no. Pero, independientemente de ello, esta frase contiene en sí uno de los secretos de una vida plena; siempre que entendamos en profundidad qué significa amar, claro.
Amar, en mi opinión, no solo significa “tener sentimientos tiernos” hacia alguien, como eso que sentimos cuando estamos enamorados o enamoradas, que es a la vez tan embriagador como inspirador.
Amar también significa conocer en profundidad al otro, y aceptar sus luces y sus sombras; es decir, ver y aceptar a la otra persona en toda su humanidad.
Esa humanidad está formada por lo que nos gusta de la otra persona y lo que admiramos y celebramos; y TAMBIÉN por eso que quizá no nos guste tanto y que tiene que ver con sus parcialidades, tendencias, prejuicios, sesgos, etc.
Amar es algo dinámico y creciente, porque nunca dejaremos de descubrir al otro; nunca dejará de sorprendernos, a veces para bien, y, otras, para no tan bien.
Cuando juzgamos dejamos de ver toda esta amplitud y profundidad del ser. En el momento del juicio la experiencia amorosa se interrumpe hasta que dejamos de juzgar.
Amar también es estar presente a las necesidades de otras personas y desde esa consciencia contribuir a su bienestar brindando apoyo y escucha, celebrando sus logros y acompañándolos en sus dificultades.
Todo esto vale también para nuestra relación con nuestra propia persona: igualmente nosotros somos un misterio para nosotros mismos; tenemos nuestras luces y nuestras sombras; y somos más amplios y profundos de lo que imaginamos.
Cuando nos juzgamos dejamos de ver nuestra propia amplitud y profundidad. Y de esta manera la experiencia amorosa con nuestra propia persona se interrumpe hasta que dejemos de juzgarnos.
Y podemos ser el objeto de nuestros propios sentimientos tiernos; y no dejar de descubrirnos y decirnos cada mañana frente al espejo: “¡Gusto en conocerte! ¿Cómo puedo apoyarte hoy? ¿Qué quieres que celebre contigo? ¿Qué puedo hacer para enriquecer tu vida?”
