Reflexiones breves para pensar, sentir y comunicar

 

Algo que me ha llamado siempre mucho la atención es la dualidad onda/partícula del mundo subatómico. Y siempre he pensado que los seres humanos somos “cuánticos” y que, de alguna forma, vivimos esa dualidad en nuestro día a día.

Como “partícula” vivimos nuestra individualidad. Como “onda” vivimos nuestra colectividad.

Por eso, pienso, que las necesidades humanas más fuertes dentro de nosotros son expresiones de esta dualidad.

Para vivir nuestra individualidad tenemos necesidades de libertad, elección, autonomía, retirada (conexión con nuestra propia persona), etc.

Para vivir nuestra colectividad tenemos necesidades de conexión con otras personas, vinculación, apoyo, comprensión, empatía, pertenencia, etc.

Cuando más claridad tengamos con respecto a estas necesidades, más equilibrio y bienestar tendremos en nuestra vida.

Conozco una persona que a menudo se queja de su familia porque “no lo dejan en paz”. Le gustaría irse solo a su casa de campo algún fin de semana, pero no se lo permite porque no quiere lastimar a su mujer pidiéndole este tiempo para él.

A la vez, cuando está con su mujer, cada uno está a su “rollo” y no hacen cosas que les haría vivir una mayor conexión o intimidad entre ellos, experimentando así su unión y su “colectividad”.

Tienen una confusión con respecto a sus necesidades como individuos y a sus necesidades como pareja.

Llevar consciencia a la legitimidad de estas dos polaridades y hacer cosas para cubrir nuestras necesidades individuales y nuestras necesidades colectivas de una manera equilibrada es un elemento importante para nuestro bienestar.

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