
Hace unos meses publiqué la entrada “Maslow estaba equivocado”. (Lo puedes leer AQUÍ).
Somos mamíferos. Por eso, la conexión con la familia, especialmente con la madre, y con la comunidad es la base de esta nueva pirámide. Sin conexión y pertenencia, simplemente no sobrevivimos.
Durante el festival de verano de la Asociación para la Comunicación NoViolenta en España, en donde participé como formador, se compartió un texto que me encantó. Lo comparto aquí contigo.
Yo veo mamíferos.
Mamíferos con nombres extrañísimos.
Han olvidado que son mamíferos
y se creen obispos, fontaneros,
lecheros, diputados. ¿Diputados?
Yo veo mamíferos.
Policías, médicos, conserjes,
profesores, sastres, cantautores.
¿Cantautores?
Yo veo mamíferos…
Alcaldes, camareros, oficinistas, aparejadores
¡Aparejadores!
¡Cómo puede creerse aparejador un mamífero!
Miembros, sí, miembros, se creen miembros
del comité central, del colegio oficial de médicos…
Académicos, reyes, coroneles.
Yo veo mamíferos.
Actrices, putas, asistentas, secretarias,
directoras, lesbianas, puericultoras…
La verdad, yo veo mamíferos.
Nadie ve mamíferos,
nadie, al parecer, recuerda que es mamífero.
¿Seré yo el último mamífero?
Demócratas, comunistas, ajedrecistas,
periodistas, soldados, campesinos.
Yo veo mamíferos.
Marqueses, ejecutivos, socios,
italianos, ingleses, catalanes.
¿Catalanes?
Yo veo mamíferos.
Cristianos, musulmanes, coptos,
inspectores, técnicos, benedictinos,
empresarios, cajeros, cosmonautas…
Yo veo mamíferos.
Jesús Lizano
El ingenioso libertario Lizanote de la Acracia o la conquista de la inocencia
Foto de Wren Meinberg en Unsplash
Recuerda: La calidad de tu vida depende de la calidad de tus relaciones. La calidad de tus relaciones depende de la calidad de tu comunicación.