
Todo malestar está relacionado con una pérdida. ¿Lo habías pensado de esta manera?
Según el psiquiatra norteamericano David Viscott solo hay 3 tipos de pérdidas: perdida de amor, pérdida de auto estima y pérdida de poder.
La función de los sentimientos es ayudarnos a manejar estas pérdidas o posibles pérdidas.
El miedo te ayuda a prevenir o prepararte para una de estas pérdidas. La rabia bien gestionada te ayuda a proteger algo para no perderlo.
La tristeza te ayuda a hacer un proceso de toma de consciencia sobre aquello que has perdido para recuperarlo o para hacer un proceso de aceptación de la pérdida (un proceso de duelo).
La alegría te ayuda a reconocer lo que sí tienes para valorarlo, celebrarlo, agradecerlo y cuidarlo.
Hay micro pérdidas y macro pérdidas.
La pérdida de una amista es una pérdida grande de amor, por ejemplo.
Si se estropea tu coche experimentas una pérdida de poder. Un coche te da autonomía, libertad, eficacia y varias cosas más que podríamos incluir en tu capacidad de movilizar recursos para cubrir tus necesidades, es decir, poder.
Si cometes un error y experimentas vergüenza, una variante del miedo, estás ante una posible pérdida de auto estima.
Saber identificar tus sentimientos y dejarte sentirlos es una habilidad que te ayudará a navegar tu vida de una manera más efectiva y enriquecedora.